El pivote
(baloncesto o básquetbol) consiste en un movimiento de giro del cuerpo,
moviendo un pie en una o varias direcciones mientras que el otro (pie de
pivote) se mantiene sobre un punto en contacto con la cancha. El pivote se
emplea para eludir a un contrario, para asegurarse la posesión de la pelota y
también para evitar saltos entre dos.
Al pivotar, el
cuerpo se mueve de un lado a otro con la finalidad de proteger la pelota.
El pie de pivote no
debe ser levantado del suelo sino que se arrastra hasta que la pelota haya sido
lanzada, pasada o driblada.
Cualquiera de los
dos pies puede ser el pie de pivote en caso de recibir la pelota con ambos pies
en el suelo. Si al momento de recibir el balón se apoya un pie primero hay que
pivotar sobre éste.
Los pivotes pueden
clasificarse en:
1. Pivote hacia
adelante. Se utiliza cuando el jugador está más desmarcado y la acción la
ejecuta para un cambio de dirección visual. Una vez terminada la acción, el jugador debe quedar en posición de penetrar, lanzar o pasar la pelota. Este
tipo de pivote lo emplea el jugador que ocupa la posición de pivot (el centro
del equipo).
2. Pivote hacia
atrás. Se utiliza generalmente cuando un jugador está siendo marcado cerca de
la línea lateral y se ve imposibilitado por tanto de efectuar cualquier
movimiento hacia adelante; por ello utiliza el movimiento hacia atrás. En este
caso usará como pívot el pie más alejado de la línea lateral
3. Pivote en
reverso. Se ejecuta para cambiar de dirección en un ángulo de 180 grados. Para
ello el jugador utiliza simultáneamente las puntas de sus pies, manteniendo
bajo el centro de gravedad del cuerpo con bastante flexión de rodillas y
cintura, alternando el peso del cuerpo entre ambos pies. El movimiento culmina
con un paso hacia el nuevo rumbo dado con el mismo pie que estaba adelantado al
momento de iniciar el pivote. Se utiliza después de una detención de dos
tiempos o ritmos.
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